Señor de alto porte, de pelo y bigote blanco, castigado por la vida, aunque él nuca quiso castigarla a ella. Fue un gran amador aunque nunca fue bien amado, fue un fumador compulsivo en sus ratos de soledad; era apuesto, caballeroso, un marido excelente, un tío entrañable ( sus sobrinas lo querían como a un padre) un ser de los cuales este mundo tan retorcido en el que vivimos carece.
Este SEÑOR se fue una tarde cualquiera de un domingo cualquiera, sin hacer ruido como le gustaba a él. Se fue de una forma discreta, silenciosa sin llamar la atención simplemente decidió no seguir aquí, marchar, partir a un sitio mejor sabiendo que nunca más volvería a regresar y sobre todo sabiendo que por fin iba a ser libre.
No tuve la oportunidad de despedirme de él, la última vez que lo vi fue hace mucho tiempo, huía de un mundo ruin que nunca se porto bien y del cual consiguió escapar durante unos días y creo que lo consiguió.
Estés donde estés espero y deseo que seas feliz, que nunca más se vuelvan a portar mal contigo, y vuelvete a dejar crecer ese pelo y bigote blanco que siempre te caracterizó y que el puto cancer te arrebató.
Si más despedirme y decirte que fuiste un buen hombre de los que ya no quedan, y que sepas que te echaremos muchísimo de menos y siempre estarás presente en nosotros.
Pd: HASTA SIEMPRE MAURI
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