jueves, 2 de diciembre de 2010

EL PHOTOSHOP NO NOS DEJA VER NUESTRAS ARRUGAS



En estos días en clase he aprendido a usar el photoshop, he visto como con la tecnología podemos: modificar objetos, figuras, imágenes, personas............. y yo me pregunto: ¿Si somos capaces de modificar a una persona con una maquina, que seremos capaces de hacer con nuestra mente? Quizás nuestra mente sea mucho más peligrosa que un simple photoshop; ya que al fin y al cabo lo que hacemos con el photoshop lo vemos, pero lo que lucubramos en nuestra mente nadie lo ve. De esta reflexión me viene un pensamiento, ya que creo que en muchas ocasiones nuestros prejuicios hacen que usemos photoshop con los demás y tengamos una visión equivocada y errónea de las personas.
Yo siempre intento no usar dicho photoshop con las personas, prefiero pensar en positivo, intento pensar en su lado bueno o quizás en su parte más humana; aunque muchas veces es difícil buscar esa parte ya que la persona no da pie a ello y por mucho que quieras siempre vas a ver más su lado negativo que positivo.
Lo importante de esta absurda reflexión que he escrito es que intentemos no usar tanto photoshop con los demás y se use más con uno mismo y así primero buscar y encontrar nuestros fallos para después buscar los fallos de los demás.

3 comentarios:

  1. ¡Hola Sergio! Es muy interesante lo que has escrito, y estoy de acuerdo contigo: creo que debemos aprender primero a juzgarnos a nosotros mismos, nuestra manera de ser, nuestros errores o fallos, para así poder después juzgar a los demás; también creo debemos aprender a ser más tolerantes con los que nos rodean, y no pensar mal de ellos sin haberlos conocido mejor.
    Me ha gustado mucho tu reflexión, y para nada creo que haya sido aburrida. :)

    Pd.: ¡Gracias por tu comentario! Yo también estaré atenta a lo que pongas en tu blog. ¡Saludos!

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  2. Eins muchas gracias Andrea eres la primera que me comenta un post seguire tu blog

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  3. Photoshoping people se llamaba ya hace unos años la primera carpeta que utilicé para guardar las pequeñas chorradas que iba haciendo con el programa y la verdad nunca fué algo trascendente, sólo el nombre de una carpeta. Hoy leo esto y me doy cuenta de que sí, de que efectivamente más que una etiqueta en esas palabras se define una necesidad constante de algunos de sesgar con algún lazo magnético y poner puntuación luego a aquellas partes que vamos diseccionando de los demás con una mirada de lo más subjetiva... y no, no me parece mal lo del subjetivismo, lo preocupante quizás sean los prejuicios que nos llevan a relegar al vacío a las personas cuyas secciones no nos terminan de gustar aún sin haber tenido tiempo para comprobarlo del todo...

    Bonita entradaa :)

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