El día D ha llegado, ha marchado, ha partido de mi lado a dejado de ser un SER para empezar a ser un recuerdo nostálgico que me embriaga todas las noches. Mi abuela se ha marchado.
Estas líneas no las escribo con tristeza ni con dolor, las escribo con alivio; con alivio de saber que se marcha bien tranquila sin sufrir, se marcha como ella siempre se quiso marchar. Todo comienza hace una semana aproximadamente, cuando de golpe y porrazo ha de ingresar por urgencias en el hospital. Durante unos días se vio una mejoría quizás pequeña pero siempre esperanzadora, de la cual uno se aferra como a un clavo ardiendo. En el transcurso de los días la situación cambió, su cuerpo se fue deteriorando a unos niveles demasiado elevados y al mismo tiempo su mente sintió la necesidad o empezó a lucubrar que ya era hora de partir... Así pues su estado de salud empeoró sus riñones dejaron de trabajar lo cual producía una retención de líquidos espantosa y su corazón (grande como ninguno y repleto de dicha y alegría) dejo de bombear sangre y decidió que ya era hora de parar y dejar que su cuerpo fuera o fuese solo un cuerpo para empezar a ser alma que impregnara los corazones sanos de sus seres más queridos.
Pd:Mil gracias a todas esas personas que estuvieron a mi lado y al lado de mi familia en estos momentos que a nadie le gusta pasar. Lo que me queda claro es que tengo la MEJOR NOVIA y los MEJORES AMIGOS que una persona puede tener. Son enormes
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